GRAN INCENDIO EN UNA PLANTA QUIMICA DE ROUEN (FRANCIA) RIESGOS SANITARIOS Y ECOLOGICOS

Medio Ambiente

LA POBLACIÓN DUDA DE LAS DECLARACIONES DEL GOBIERNO FRANCÉS 

 Este 25 de septiembre estallo una planta química ubicada en  Ruán desatando consigo un gran incendio de proporciones inmensas y cuyas razones aún desconocidas.

Además, la lista de hechos desconocidos es muy larga, especialmente en lo que se refiere a los efectos sobre la salud y la ecología. La población se interroga sobre la transparencia del gobierno en las que refiere  que las consecuencias de este incidente son menores. 

Según el prefecto "Los hidrocarburos, los aceites y los aditivos químicos para los aceites de motor" constituyen "la mayor parte de lo que se quema", sin precisar la lista exacta de los componentes químicos. Señaló que "todos" los materiales utilizados por la empresa estaban a disposición del público, pero no especificó cuáles se habían quemado y cuáles no, creando aun en nivel de escepticismo en la sociedad sobre lo dicho. 

En cuanto a la toxicidad de los humos, el prefecto indicó que no había "ninguna toxicidad aguda" en el humo, según los análisis iniciales, especificando que los sonidos de la explosión escuchados por los habitantes correspondían a explosiones de bidones de petróleo. Esta observación se ve confirmada por los análisis adicionales.

Sin embargo, suena contradictorio cuando este lunes 30 de septiembre, el sindicato CFDT de la Policía Alternativa anuncia en sus comunicados que varios de sus oficiales de policía asignados a la brigada nocturna y a la compañía de intervención departamental en el caso de la planta química de Ruán, los primeros en responder al incendio a las 2:30 a.m., se encuentran actualmente con licencia por graves estados de salud como dentro de los síntomas náuseas, vómitos y vértigo y demás.

Hasta el momento va un total de 51 personas pobladores  que han consultado los centros de salud de Rouen causa del incendio. Entre ellos, cinco adultos que ya tenían patologías respiratorias previas fueron hospitalizados, según Samu.

Las consecuencias en los cultivos agrícolas están causando cada vez más preocupación a los agricultores, y con razón. En 204 municipios de Seine-Maritime, Oise, Somme y Aisne, el ensilado y el pastoreo están temporalmente prohibidos por decreto prefectoral, así como la recogida de leche y huevos. 

Se han tomado medidas provisionales. "La producción de cultivos que no han sido cosechados no debe ser cosechada", anunció el prefecto. Las producciones cosechadas antes del 26 de septiembre y que puedan haber estado expuestas "deberán registrarse bajo la responsabilidad del agricultor hasta que se obtengan garantías sanitarias sobre la producción y sobre la base de controles oficiales y de una evaluación del riesgo sanitario".

En el caso de los huertos domésticos, se recomienda no consumir productos sucios. 

 

Cientos de miles de personas en Ruán y sus alrededores, legítimamente preocupadas, se sienten despreciadas por los comunicados de prensa que afirman que todo está bajo control. "Que duerman bien, buena gente, las lecturas no indican nada inusual." El afán con el que tratamos de tranquilizarnos olvidando las simples palabras de compasión, ¡preocupación por este trauma! 

Nuestros niños han estado respirando aire insalubre, insalubre durante días. Algunos de los jardines están ennegrecidos con hidrocarburos, lo que hace que los cultivos de los huertos no sean aptos para el consumo. ¿Por cuánto tiempo? Se encuentra pedazos de asbesto, escombros no identificados, polvo fino amarillo-verdoso. Las casas están manchadas de hollín negruzco. Los más vulnerables son hospitalizados. Cuando pueden, huyan para buscar el aire limpio al que todo ciudadano debería tener derecho.

La población quiere saber por qué, si todo es tan normal, los policías trabajan con máscaras antigás. Quiere saber qué medidas tomará el gobierno para organizar el monitoreo epidemiológico de toda la población de las ciudades afectadas por esta nube tóxica, de 22 kilómetros de largo y 6 kilómetros de ancho. ¿Si tiene la intención de hacerlo?

Cinco días después de que el polígono industrial fuera incendiado, los cursos estuvieron autorizados por la academia, pero suspendidos inmediatamente por los profesores que señalan un "peligro grave e inminente" en las escuelas. El lunes, los alumnos del Collège Fontenelle (situado en el corazón del centro de Rouen), Fernand-Léger (situado a unos cientos de metros de la planta de Lubrizol) y Georges-Braque (situado a 8 km) hicieron que sus profesores ejercieran un "derecho de retractación" y cancelaran la jornada escolar por razones de seguridad sanitaria.

Se informó de "mareos, náuseas y otros dolores de cabeza" en las escuelas, lo que provocó que unos sesenta profesores cancelaran las clases individuales del día y enviaran a los estudiantes a casa.

Se descubrieron pescados y aves muertos después el incidente

                                                                   

                                                                                   Sedimento del humo en las ventanas y paredes de casas