Ponencia en el marco de la I Bienal de Arte de Kennedy 21 de abril 2016
Desde la invasión, el colonialismo Español y los dos siglos de vida republicana que lleva el país, el suelo colombiano se ha bañado en sangre. Somos una mezcla nauseabunda de sociedad indiferente al terror, a la injusticia y al dolor del otro. Lo cierto es que la guerra tiene consecuencias directas o indirectas sobre toda la población civil.